La importancia de encontrar el terapeuta adecuado

Quizá seas de las personas que nunca ha tomado Psicoterapia. Si es así, aquí te dejo una guía con los puntos más importantes a tener en cuenta antes de elegir un@.

¿Ya tienes a alguno en mente?

¿Qué tengo que hacer si quiero empezar mi psicoterapia?

Lo primero que tienes que hacer es estar decidid@ a iniciar tu proceso ya que se volverá un espacio seguro, único y especial para tu tratamiento. Si no te encuentras completamente firme, pensaras en la primera, segunda o tercera consulta que es algo que quizá no necesites, no te sirva, no sea para ti o no te sientas cómodo en esas sesiones, pero es únicamente una forma de resistencia derivada de la inseguridad inicial por no saber si estabas listo para ello, o por el estigma social de que solo una persona que se acerca a la locura busca este tipo de servicio. Sin embargo, en la actualidad, cada vez son más personas que normalizan esta práctica, la asumen como necesaria y se considera que así como puedes enfermar de alguna infección y acudes por tratamiento médico, sucede lo mismo con la Psicoterapia; cuando te encuentras mal emocional y fisicamente, es recomendable buscar el apoyo de un profesional en esa área.

Lo segundo que tienes que hacer es identificar el problema o conflicto que te hace acercarte a este tipo de profesionales. Con esto podrás sentirte más certero al saber que estás tomando la decisión correcta para lo que necesitas en ese momento.

Lo tercero, es buscar al profesional adecuado para aquello que buscas resolver. Si bien todas las terapias psicológicas tienen como fin brindar un espacio de escucha y atención para resolver situaciones problemáticas a nivel emocional, lo que también impacta en nuestra salud física, no todas las terapias se dirigen al mismo objetivo. Enseguida te menciono algunas de las corrientes y enfoques del abordaje de la Psicología y sobre que línea trabajan:

Psicoanálisis y Psicoterapia Psicoanalítica: el tratamiento psicoanalítico se denomina "la cura por la palabra" como llamó Freud a éste método clínico, en el siglo XIX. El diálogo que se deriva de las sesiones, logra una mejor comprensión de uno mismo, facilita la resolución de conflictos, disminuyendo el pesar o sufrimiento emocional que mejora la calidad de vida, ya que los síntomas son producto de un conflicto interno que no puede resolverse y es expulsado descargándose en forma de síntomas (como el insomnio), actos fallidos (como la impuntualidad o la confusión) o en los sueños (pesadillas o sueños de angustia constante). Al buscar las causas inconscientes de la enfermedad, se logra identificar los patrones repetitivos de conductas desadaptativas que nos mantienen en conflicto interno tanto con nosotros mismos como en el exterior con las personas cercanas. Lo anterior, (en el mejor de los casos) nos permitirá reaccionar de mejor forma a circunstancias que hasta entonces eran difíciles de manejar, resolverlas o aprender a vivir con ellas pero con menos dolor. Se enfoca en lo que pasó allá y en el entonces y como eso afecta a lo que nos pasa aquí y en el ahora. Es un tratamiento largo ya que permite profundizar en la mente para ayudar al paciente a alcanzar el autoconocimiento. Algo que muchas personas no logran hacer en toda su vida. "Psicoanalizarse requiere compromiso y regularidad porque es un trabajo intenso y muy profundo" porque encuentra dirigido a la reconstrucción de la personalidad. Si bien el Psicoanálisis puro es una de las corrientes más antiguas y de un proceso bastante largo, su versión de Psicoterapia Psicoanalítica ha sido una actualización y complementación a la práctica para el trabajo con diferentes trastornos de la época, con menor tiempo de inversión en cuanto a la frecuencia de las sesiones pero con la misma riqueza en el tratamiento. El tipo de profesional que atiende esta corriente es el Psicoanalista o el Psicoterapeuta Psicoanalítico.

Terapia Cognitivo-Conductual: a través de condicionamientos de la conducta, el conocimiento y conciencia de la frecuencia con la que las conductas desadaptativas se presentan, se busca que la persona sea más resolutiva ante situaciones exigentes de la vida cotidiana. Esta terapia enseña a cambiar los pensamientos negativos y reacciones contraproducentes que provocan muchos de los conflictos dentro de la vida del paciente. Se busca que al regular y modular estos problemas, la persona aprenda a gestionarse mejor frente al conflicto. Es un tratamiento con metas de tiempo específicas, dependiendo del problema, pero no es un trabajo a profundidad. Si bien funciona muy bien como complemento para ciertos padecimientos, no es una corriente que trabaje a fondo los conflictos del paciente. El tipo de profesional que atiende esta corriente es el Cognitivo-Conductual.

Terapia Gestalt: Este tipo de abordaje busca restablecer el equilibrio y bienestar del paciente para permitir un desarrollo sano en una personalidad ya integrada, esto le permite enfrentar y superar situaciones adversas para recuperar la capacidad de vivir en el presente. Es una terapia centrada en la conciencia de sí mismo y busca que las personas comprendan y satisfagan sus necesidades, ya que se enfoca en el aquí y en el ahora del conflicto y como actúan, sienten y piensan. Se centra más en los procesos que en el contenido del problema. En esta corriente se trabaja con lo que hay y como se presenta, es decir, no se trabaja con las causas. El tipo de profesional que atiende esta corriente es el Terapeuta humanista.

Por supuesto que hay otras tantas corrientes como el Mindfulness que es la focalización de la atención en el momento presente con el fin de alcanzar la atención plena, también puede funcionar como un complemento de las principales terapias arriba mencionadas. La terapia racional emotiva que es una terapia de corte breve para revisar las ideas irracionales y los patrones de conducta asociados al malestar emocional, su objetivo es reemplazarlas por creencias más productivas. La terapia centrada en soluciones también es de corte breve y busca solucionar el problema específico de la manera más rápida, eficiente y menos dolorosa, atacando el problema causante del conflicto aquí y ahora.

Cada terapia y corriente tiene su función y son como la medicina donde dependiendo el tipo de padecimiento acudes al profesional adecuado. Como recomendación es muy importante que te asegures que el profesional que elijas se encuentre debidamente certificado preparado para brindarte el tratamiento que necesitas. Siempre pregunta que tipo de corriente maneja el especialista, asegurate de que se encuentre certificado y con estudios. Recuerda que un Psicólogo no está apto para dar terapia clínica, ya que para ello se requiere de una especialización a nivel posgrado en alguna de las corrientes mencionadas. Un diplomado o un curso no hacen al psicólogo terapeuta ni hacen a un coach terapeuta. Verifica antes de comenzar con tu elección y principalmente con tu proceso. Usualmente y dependiendo del estilo de cada psicoterapeuta, se agenda una primera consulta de entrevista, en ella se realiza un prediagnóstico del problema, se explican a detalle las características del tratamiento y en la que tú paciente puedes averiguar que tan cómodo te sientes con la persona que te acompañará en este nuevo proceso.

Recuerda que lo barato sale caro. Hay muchas personas que ofrecen consultas a costos muy accesibles porque no se han preparado debidamente y hacen mala praxis. En la cultura mexicana que tiene la costumbre del regateo o la idea de que la Psicoterapia es del orden de servicio social a bajo costo. Por supuesto que existen lugares que ofrecen a costos accesibles el tratamiento y de forma certificada, pero generalmente es en las instituciones donde se está preparando al profesional de la salud.

Si tienes alguna duda respecto al tema o deseas alguna recomendación, escríbeme y con gusto puedo ayudarte.